Después de una noche a la intemperie esperando la Misa de Envío – último momento del Papa Francisco con los peregrinos en Portugal – la mañana comenzó de forma animada, con el Padre Guilherme, el sacerdote DJ, despertando a todos los peregrinos con su música.
A su llegada, y antes de la Misa de Envío, el Papa Francisco se preocupó de saludar a los peregrinos, recorriendo los diferentes pasillos del Campo da Graça en el papamóvil. Ya durante la homilía, y dirigiéndose a los jóvenes, Francisco retó a todos a «cambiar el mundo» y dejó una petición: «No tengáis miedo». El Papa Francisco pidió la paz para Ucrania y se despidió de la ciudad de Lisboa, llamándola «casa de la fraternidad» y «ciudad de los sueños». Al final del encuentro, el Santo Padre anunció dónde se celebrará la 41ª Jornada Mundial de la Juventud. Seúl (Corea del Sur) fue el lugar elegido por Francisco para otra celebración mundial, que tendrá lugar en 2027.
Tras esta celebración, sólo quedaban dos puntos en la agenda del Papa Francisco: el encuentro con los voluntarios de la JMJ Lisboa 2023, en el Passeio Marítimo de Algés, y la ceremonia de despedida, en la base aérea Figo Maduro.
Estimando que más de 20.000 voluntarios participaron en el encuentro con el Papa Francisco, fue un momento de agradecimiento por la disponibilidad de todos en la construcción del mayor encuentro de jóvenes de todo el mundo con el Papa.
El Santo Padre se despidió de Portugal en la base aérea Figo Maduro, llevándose tantos recuerdos de los intensos días vividos a lo largo de esta Jornada Mundial de la Juventud.
¡Gracias, Papa Francisco!