El encuentro con el Papa estaba previsto para las 17.45 horas, pero los jóvenes empezaron a congregarse horas antes en la Colina del Encuentro.
Faltaban pocos minutos para las 17.00 horas cuando el papamóvil salió de la Nunciatura. Había una multitud a lo largo de todo el recorrido. Se vivieron momentos de gran emoción con todos queriendo saludar al Pontífice.
Los jóvenes saludaron al Papa durante todo el trayecto, que duró más de media hora. Las banderas de todas las naciones ondeaban con entusiasmo y el Papa correspondía a todos los gestos.
Mientras tanto, el escenario se iba llenando de jóvenes que saludaban a la multitud con júbilo y alegría al son de los himnos de los días anteriores.
A su llegada al altar-palacio de la Colina del Encuentro, la sonrisa del Papa sólo era superada por las sonrisas de los cientos de miles de jóvenes que le saludaban.
En su mensaje de bienvenida, el Cardenal-Patriarca de Lisboa subrayó la necesidad de rejuvenecer la Iglesia con la presencia y la palabra del Papa, especialmente en un mundo que necesita desesperadamente que resplandezca la belleza del Evangelio. Destacando la buena voluntad y el aliento del Santo Padre en la organización de esta Jornada Mundial de la Juventud, el Cardenal-Patriarca recordó el llamamiento del Santo Padre a un mundo más solidario y fraterno, «como exige la verdad del Evangelio y anhela la humanidad.»
Fue en portugués como el Papa Francisco se dirigió por primera vez a los jóvenes al inicio de la celebración. En su discurso, el Papa Francisco comenzó agradeciendo a todos su presencia, en respuesta a la llamada de Jesús. Una llamada que se hace por el nombre. La expresión «llamada por su nombre» resonó varias veces en un discurso marcado por varias referencias al mundo digital, pero también a los mensajes enviados por los jóvenes al Papa. A las inquietudes de los jóvenes que sienten que no hay sitio para ellos en las parroquias y en la Iglesia, el Papa respondió que en la Iglesia hay sitio para todos, e invitó a los peregrinos a repetirlo varias veces.
El Papa también invitó a los jóvenes a mantener una actitud cuestionadora ante la vida, «porque quien pregunta permanece inquieto y la inquietud es el mejor remedio contra el acostumbramiento».
Para concluir su mensaje, el Papa Francisco subrayó la belleza de ser amados y de recordárselo a los demás. También pidió que siempre hagamos nuestras preguntas a Jesús y conectemos con él.
La Ceremonia de Acogida de la JMJ reunió a medio millón de personas y contó con las actuaciones de la fadista Mariza, Héber Marques, el alentejano Buba Espinho con el Rancho de Cantadores da Aldeia Nova de São Bento, y el cantante Salvador Seixas.