El núcleo del equipo de Logística de la JMJ DON BOSCO 23 está formado por tres miembros, pero el equipo cuenta con la colaboración de más de 70 personas.
El equipo está coordinado por el salesiano Orlando Camacho.
Aunque las reuniones de preparación comenzaron hace más de un año, el equipo de Logística empezó a trabajar más intensamente hace seis meses. «Cuando tuvimos datos más concretos sobre el número de peregrinos, las pernoctaciones y las restricciones dietéticas, pudimos poner en marcha los planes previstos», explica el salesiano Orlando Camacho, administrador de los Salesianos de Lisboa y coordinador del equipo, del que también forman parte José Bernardo y Margarida Martins. Para recibir a los peregrinos, «fue necesario adaptar casi todos los espacios, porque, por ejemplo, las escuelas pueden ofrecer duchas, pero no están preparadas para pernoctar», explica. Garantizar estas adaptaciones logísticas fue la principal misión de Margarida Martins, responsable de mantenimiento. «Instalamos las duchas, reforzamos el sistema eléctrico, colocamos los enchufes y recogimos los bienes donados», nos cuenta. «Todo este trabajo se hizo en colaboración con José Bernardo», añade.
Aún no eran las 11 de la mañana y el coordinador de personal ya tenía más de 50 llamadas realizadas. «Estos días siempre han sido así, pero ha sido espectacular. Para mí, ¡y para mi equipo!», confiesa José Bernardo. «El desayuno de esta mañana [por el 1 de agosto] lo hemos visto como una prueba y ha ido muy bien. Mañana serviremos el doble de comidas y creo que estaremos preparados». En total, ha coordinado a las 70 personas asignadas a la plantilla, que también incluye a empleados en comisión de servicio de los Salesianos de Manique. La entrevista fue interrumpida por otra llamada telefónica. Uno de los voluntarios asignados a las escuelas estaba pidiendo cuerdas para que un grupo de peregrinos tendiera la ropa. «Tengo que irme», nos dice sin dejar de sonreír.
En un evento de esta envergadura, el secreto para que todo funcione a la perfección está en los pequeños detalles, incluso en los que no se ven, pero son fundamentales, como el refuerzo de la señal wi-fi.
«Para ahuyentar a las palomas de los patios, tenemos un águila que sobrevuela la zona durante todo el día», nos cuenta el coordinador del equipo de logística. Con esta solución, fue posible triplicar las zonas de ocio y comedor instalando mesas y sillas en los campos de fútbol y los patios.