Los símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud estuvieron en Vicaria de Setúbal entre el 1 y el 4 de noviembre. La expectativa por su llegada fue creciendo, con el paso de los meses y con el eco que llegaba de otras diócesis por donde habían pasado. Y terminamos por confirmar el gran impacto que tuvo esta cruz de casi cuatro metros y la pintura de Nuestra Señora Salus Populi Romani en quienes tuvieron la gracia de cruzar su vida con ellos.
Fueron cuatro días intensos y de gran alegría, en los que varios grupos de jóvenes pudieron llevar estas referencias cristianas a tantas realidades diferentes: residencias de ancianos, residencias para personas con discapacidad física y psíquica, escuelas, mercado local, seguridad fuerzas, al hospital, instituciones Caritas, clubes deportivos, barrios sociales, asociaciones artístico-culturales y espacios públicos con gran circulación de personas.
Cabe destacar el 1 de noviembre, cuando se realizaron dos procesiones, una por mar y otra por tierra, con la presencia de todas las comunidades parroquiales de la vicaría y con la participación de miles de personas.
Al final de este día, la ciudad acogió un gran Festival de la Juventud en la Praça do Bocage, con jóvenes artistas de la ciudad. Las comunidades cristianas prepararon su participación con puestos de comida, entre otros productos, para recaudar fondos para los jóvenes que preparan su participación en la JMJ.
El equipo de jóvenes del Consejo de la Juventud del Vicariato, en comunión con los párrocos, ha querido hacer de estos días un tiempo de “salida” para las comunidades cristianas, llevando los Símbolos a las periferias y a quienes el Señor también quiere bienvenida a su Reino. En este sentido, estos íconos cristianos se encontraban principalmente en contextos naturales de poblaciones y grupos, para que pudieran ser vistos, tocados y provocados algún impacto interior. Aun así, toda la vicaría se implicó en la acogida de los Símbolos en la diócesis, en la Eucaristía de bienvenida en la Catedral, el 31 de octubre; y también en la Vigilia de Acción de Gracias, en la despedida de los Símbolos, el 4 de noviembre, en la iglesia de Nossa Senhora da Conceição.
La riqueza de estos días fue inmensa, con la conciencia de que Dios hará florecer estas semillas a partir del paso de los símbolos en la ciudad de Setúbal.
Los jóvenes que han podido experimentar este don de la vida de la Iglesia ya han olido el gran evento de la Jornada Mundial de la Juventud prevista para el próximo agosto.
Los símbolos también marcaron la vida de los jóvenes de la Parroquia de S. José, habiendo participado en varios momentos, junto a tantos otros de nuestra vicaría.